#WonderUni:

...Emociones a flor de piel...

Con el alma encogida, las miradas húmedas, así les ví al finalizar la proyección de Wonder: La lección de August


En breve, después del PhotoCall, nos avisaron, ya podíamos pasar a la sala, nos fuimos acomodando, y después de unas palabras de Mercedes, de Emi, y una servidora,...se apagaron las luces y comenzó la proyección. 

La sala rebosaba de energía y emoción y surgió la metamorfosis:

Empatizamos desde los primeros minutos con las situaciones de un menor que es distinto y se siente distinto, tal y como ocurre a diario en nuestras aulas. Al mirarnos a través de sus escenas y sus personajes, se nos devolvió una imagen muy similar a la nuestra, siendo capaces de identificarnos con las “debilidades-fortalezas” de cada personaje y de encontrar un paralelismo en nosotros mismos: 

Todos tenemos algo de Auggie: momentos que nos hacen ser y sentirnos distintos al resto de nuestros semejantes. 
Algo de Vía: aquellas situaciones en las que nos quedamos en segundo plano, alejados del foco en el que en un primer momento queremos reclamar nuestro derecho a ser protagonistas y no sentirnos desplazados y, sin embargo, somos conscientes que es cierto que otro merece el reconocimiento. 
Algo de Isabel y de Nate, pues también hay momentos que cambian nuestras percepciones, nuestras creencias y valores en la vida y, lejos de subestimarnos y compadecernos, les hacemos frente con coraje, saliendo fortalecidos. 
Algo de Jack Will, pues hemos experimentado situaciones en las que hemos tenido que dejar de lado nuestros deseos y convicciones, y ayudar a otra persona con la que no tenemos nada en común, que no conocemos, que es nueva y distinta,… y salir de la zona de confort a regañadientes porque es lo que se espera que hagamos, y más tarde descubrir en ella, un amigo del alma. 
Y por supuesto, algo de Julian, pues también hay momentos en los que nos rebelamos y queremos hacer prevalecer nuestro ego sobre las otras personas y cosas,..[…]

A través de la vulnerabilidad y el dolor de todos y cada uno de los personajes, pudimos descubrir, esa vida interior, esos pensamientos que cada uno de nosotros albergamos a lo largo del día, más allá de lo que somos capaces de reconocer.

La proyección finalizó y las luces tenues comenzaron a equilibrar el ambiente. Levanté la mirada y giré en derredor…Con el alma encogida, las miradas húmedas, sus sonrisas nerviosas, así les ví a todxs ellxs al finalizar la proyección de Wonder: La lección de August.

En aquel momento, sentí que la experiencia del cine nos ofrece la oportunidad de cambiar la mirada entre alumnxs y docente, generando un vínculo que conecta dos roles, ambiguos y distantes en Educación Superior. 

Se hizo presente y se materializaron los preceptos que tantas veces habíamos enunciado «soy porque somos», «elige ser amable», «tus obras son tus monumentos» y quizás la más evidente: «Sé que no puedo cambiar mi aspecto. Pero quizá, solo quizá, la gente puede cambiar su manera de mirar...» (Palacios, 2014).

Y he ahí el principio, conseguimos cambiar la manera de mirarnos… […] ¡¡Qué potencial!!

Pero esto sólo ha sido el principio de una acción en racimo.

¿Te atreves a probarlo?



Continuará...


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